Es probable que en algún momento hayas enviado tus documentos de identificación por mail, o tengas alguna foto en tu celular. Si es así, utilizando esos documentos de identidad, un ciberdelincuente podría suplantar tu identidad para realizar contrataciones a tu nombre.

Cuando te roban el documento de identidad puedes poner rápidamente una denuncia, pero en este caso seguramente no te darías cuenta de que otra persona lo ha robado hasta que el ciberdelincuente ya le haya sacado provecho.

Utilizando tu localización actual, el ciberdelincuente puede determinar dónde está tu casa, y cuándo estás de vacaciones, de forma que puede escoger ese momento para ir a robar en tu domicilio cuando no hay nadie, o incluso vender los datos a otro criminal interesado.

Un ciberdelincuente podría acceder a todas tus contraseñas a través de las que tienes guardadas en el navegador, o en archivos (ya sean documentos o fotos). Una vez las han conseguido puede conseguir control total sobre tus cuentas, sin que tú puedas acceder (Instagram, correo, amazon, etc.).

Si la plataforma tiene cierto nivel de seguridad y la tienes bien configurada, para que el ciberdelincuente logre acceder a tu cuenta necesitará algo más, el segundo factor de autenticación (generalmente se usan SMS o un código que cambia cada 30 segundos). El problema es que si el ciberdelincuente ha accedido a tu smartphone, es posible que también pueda leer los SMS y el portapapeles (es donde se almacenan los datos cuando copias) donde la mayoría de usuarios copia el código temporal, por lo que el ciberdelincuente podría acceder incluso a tus cuentas más seguras.